“Trabajar con las niñas ha sido un regalo”
Ana María Oyarzún Morales es una mujer que desarrolló la capacidad de encontrar la felicidad en las pequeñas cosas. A través de su historia, llena de determinación y esfuerzo, llegó a la Fundación Inspiring Girls con unas inmensas ganas de motivar a las niñas y adolescentes.
La frase de Nelson Mandela, “El valor no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino aquel que lo vence”, resume perfectamente que la vida no se trata de no tener miedo, sino de enfrentarlo con valentía y determinación.
La superación es la capacidad de levantarnos después de cada caída, de aprender de nuestros errores y convertirlos en oportunidades de crecimiento. Así lo explica Ana María Oyarzún Molares, psicóloga, magíster en habilidades directivas y una de las speakers de la Fundación Inspiring Girls, quien nos relató cómo ha logrado ver la vida desde lo positivo, viendo cada obstáculo como una oportunidad de aprendizaje.
“A me gustaría que las niñas y adolescentes se llevaran de mí el mensaje que todo se puede hacer en esta vida, que todo se puede lograr cuando uno quiere hacerlo, independientemente de las dificultades que las personas puedan tener. Hay que mirar siempre hacia adelante y no quedarse en el pasado, porque solemos estar en el futuro o en el pasado en lugar de vivir la sencillez del presente. También tenemos que ser muy constantes para lograr alcanzar lo que queremos”.
Con respecto a su experiencia dentro de la Fundación Oyarzún es enfática en afirmar que ha sido una experiencia enriquecedora, que le ha permitido conocer a mujeres de distintas áreas, además de conectar con las niñas y adolescentes durante las actividades organizadas por la Fundación.
“Yo llegué a la Fundación en un momento de mi vida en el que necesitaba hacer este tipo de actividades, entonces cuando vi la publicación en LinkedIn no lo pensé dos veces y me registré en la formación. Fueron dos días de mucha energía, de mucha motivación, donde yo conocí muchas mujeres que se dedicaban a distintas tareas, todas diferentes, y aluciné con la cantidad de mujeres increíbles que conocí”.
Para finalizar, Oyarzún agrega que la fundación cumple un rol muy importante, ya que a través de las historias de las speakers se pueden ver reflejadas, darse cuenta de que todas han pasado por circunstancias difíciles, pero han logrado superarlas gracias a sus fortalezas y aptitudes.
“Yo creo que la fundación es un ente generador de motivación, porque cada niña que escucha las historias de las speakers salen con la idea de que si fulanita lo logró ellas también pueden y eso es tremendamente. Lo que yo más valoro de la fundación tiene que ver con esos pequeños cambios que las niñas, vayan tomando esa fuerza y ese coraje para lograr todo lo que se propongan en la vida”.