“La falta de modelos femeninos en mi infancia me motivó a unirme a Inspiring Girls”
En esta entrevista conversamos con Andrea Vizcarra, una mujer con una trayectoria profesional inspiradora en el ámbito de los recursos humanos.
La falta de modelos femeninos en diversas industrias sigue siendo un desafío significativo.
Según un informe del Foro Económico Mundial de 2022, solo el 29% de los puestos de liderazgo en las empresas a nivel global son ocupados por mujeres, y en sectores como la tecnología y la ingeniería, esta cifra desciende aún más, situándose alrededor del 20%.
En Chile, las estadísticas reflejan una situación similar, con las mujeres representando solo el 25% de la fuerza laboral en campos de alta demanda tecnológica. Esta carencia de referentes femeninos impacta profundamente en las aspiraciones y el desarrollo profesional de las niñas y jóvenes, limitando sus opciones y expectativas.
En este contexto, entrevistamos a Andrea Vizcarra, una madre profesional que inició su carrera como auditora de impuestos, en donde adquirió valiosas habilidades en análisis financiero y rigor profesional. Sin embargo, su espíritu inquieto la llevó a buscar un entorno donde pudiera desarrollar su pasión por el trabajo en equipo y la colaboración.
Con la llegada de la maternidad, Andrea descubrió su verdadera vocación en el desarrollo de las personas. Se especializó en recursos humanos, donde ha ocupado cargos de liderazgo y ha asesorado a organizaciones en la gestión del talento. Su pasión por el bienestar de los colaboradores y su compromiso con el crecimiento profesional de las personas la han convertido en una referente en el ámbito de los recursos humanos.
“La maternidad impone ciertas responsabilidades que no podemos ignorar. Tuve que encontrar un espacio donde pudiera aplicar todo lo que había aprendido hasta ese momento. Descubrí el mundo de los recursos humanos, el desarrollo de personas y el talento. “Me di cuenta de que en el mundo de los recursos humanos había un espacio para mí, donde podía capacitar y desarrollar a otros.”
Asimismo, Andrea se siente profundamente identificada con la misión de Inspiring Girls, que busca inspirar a niñas y adolescentes a soñar en grande y alcanzar sus metas profesionales.
“La falta de modelos femeninos en mi infancia me motivó a unirme a la Fundación, porque de pequeña no conocí mujeres profesionales hasta que llegué a la universidad. Entonces, cuando descubrí que llevaban modelos de mujeres profesionales a niñas, me sentí muy representada. Asistí a colegios donde las niñas no tienen muchas referencias de profesiones diversas. Es fundamental abrirles un abanico de posibilidades más amplias para que puedan soñar en grande”, explica.
Andrea ha participado activamente en las actividades de Inspiring Girls, compartiendo su propia experiencia profesional con las niñas. En este sentido, alienta a las niñas a no tener miedo de soñar sin limitaciones y a explorar todas las posibilidades que se les presentan.
“A las niñas y adolescentes les diría que tienen todas las posibilidades abiertas y que no acepten límites de ningún tipo, porque ni las características de nacimiento o el nivel socioeconómico determinan su futuro. Más bien les diría que la ambición es clave para tener la fuerza de perseverar y alcanzar sus metas. También les hablaría de la importancia de la audacia y la valentía, que se atrevan a explorar y no se dejen amilanar por los obstáculos. Es fundamental el rol que cumple la Fundación, porque es durante la adolescencia cuando comenzamos a construir nuestros sueños y necesitamos una dosis de realidad para guiarnos, pero una realidad positiva, una realidad que te desafíe a ir por más. La fundación abre posibilidades reales que las niñas pueden alcanzar y que van más allá de lo que han escuchado en su entorno, mostrándole otras opciones”, concluye.