Emociones sin sesgos
Por Elena Ibarra: Mujer, mamá, profesional, mentora y embajadora de inteligencia emocional de Inspiring girls.
Gran parte de mi vida laboral me dijeron que no debía expresar mis emociones. Que las mujeres, para ser líderes, debían golpear la mesa y alzar la voz, o de lo contrario no sería escuchada ni respetada. Que la amabilidad era cosas de débiles, era cosa de “mujeres”, es decir, que debía dejar de ser quien soy, dejar mis cualidades y comportarme masculinamente para ser valorada en mi trabajo.
Las experiencias de la vida me han enseñado cuán erróneo es ese pensamiento y debo reconocer que nunca me hizo sentido, por lo que fue duro seguir mi línea, ser yo misma y desarrollarme profesionalmente en ese entorno. Ha sido un camino de entendimiento y aceptación, de conocerme y valorar quién soy. Todo lo que vivimos y los pensamientos que tenemos gatillan emociones en nosotros, que si se mantienen y se intensifican se convierten en sentimientos. Es parte de lo que somos.
No podemos vivir evitando o reprimiendo lo que sentimos. Sí, debemos aprender a gestionar las emociones, transitar por ellas, saliendo victorioso, a entender por qué nos suceden, en qué situaciones aparecen, conocernos tan bien que podamos identificar lo que nos hace bien y lo que nos hace mal, para aprender a vivir en armonía. Si bien ha sido un largo camino para comprender todo esto, estoy feliz de poder llegar a este punto en el que puedo reconocerme y amarme a tal punto que necesito compartir mi experiencia, llevar la bandera de lo importante que es en la vida la inteligencia emocional en todos los entornos, sin excepción ni diferencia de género. Es por eso que, si apoyamos a los niños, niñas, jóvenes y a todos quienes nos rodean a conocerse e identificar lo que sienten y por qué, haremos de este un mundo más empático, respetuoso, sin sesgos, con personas hábiles y felices.
Les invito a entregar su aprendizaje a los más jóvenes, para que den importancia a lo que sienten, aprendan a expresarse y transitar sanamente por la vorágine de emociones que recorrerá sus vidas… seamos sus guías para facilitar su desarrollo.
