Andrea Sanhueza entró al mundo de las finanzas a punta de determinación y persistencia. Entre sus grandes metas está fomentar la participación de la mujer en este competitivo mundo financiero.
“Querer es poder” es un refrán popular que tiene una carga de verdad incalculable. Pero, si alguien lo dudase, la historia de Andrea Sanhueza y su llegada al mundo de las finanzas, de seguro, lo convencería de que, efectivamente, querer es poder. Andrea es una temucana, graduada como Ingeniera Comercial en la Universidad de la Frontera, que llegó a Santiago con unas ganas tremendas de lograr hitos grandiosos en su vida.
Nunca soñó con trabajar en finanzas, pero una vez que conoció lo basto y desafiante que puede llegar a ser adentrarse al mundo financiero y todo lo que podría aprender, se trazó un objetivo claro y avanzó hacia la meta.
Desde su postulación, esperó 9 meses para entrar a trabajar a BlackRock, una de las empresas de activos más grandes del mundo y actualmente ocupa el cargo de Head of Institutional Sales de BlackRock Chile, luego de pasar solo 15 meses en el cargo de Vice President Institutional Sales.
Pero su crecimiento profesional no se quedó allí, Sanhueza Co-Lidera para Latinoamérica la red interna de BlackRock llamada Women’s Initiative Network (WIN), también es Directora Regional de la corporación Mujeres en Finanzas (MEF), que se encarga de aumentar la participación de mujeres en el sector y es mentora en las clases del Club Financiero que imparte la Fundación Inspiring Girl a niñas y adolescentes, en las cuales se les enseñan herramientas claves para la gestión de sus finanzas personales.
En este aspecto, Andrea es enfática en afirmar que una de sus metas más importantes es brindar más información a las niñas y adolescentes sobre la importancia del ahorro y el buen manejo de sus finanzas, ya que eso garantizará un mejor futuro para todas ellas.
“Para mí el trabajo que hace Inspiring Girls es impresionante, me encanta, porque es super vital hablarles a las chicas de lo importante que es ser independiente. En las clases que impartimos tratamos de enseñarles una cultura de ahorro que les permita libertad económica, lo cual les garantice la independencia en un futuro. Lo más importante y lo que le cultivo a mi hija, es que desarrolle su independencia como mujer, que aprenda a depender de ella. Entonces, enseñarles a las niñas que cuando quieres puedes, es fundamental”, añadió
Más conciencia y trabajo en equipo
Sanhueza reconoce que la participación de la mujer en el sector financiero aún es baja y, a pesar de los avances que se han evidenciado, aún queda mucho por trabajar.
Las razones radican en dos aspectos fundamentales: el primero, una tasa alta de deserción, sobre todo en mujeres que cumplen también el rol de madres. Según información suministrada por la ONG Mujeres en Finanzas, 1 de cada 4 mujeres está considerando reducir su carga laboral o abandonar sus trabajos. Y la segunda razón de la baja participación en este sector se debe a la poca información que tienen sobre el mundo financiero y todos los cargos a los que podrían postular.
“Las mujeres salen de la Universidad sin saber mucho sobre el sector y lo que pueden hacer en él. Hay mucho por educar y hay que ponerle foco al tema cultural, que no por el hecho de tener hijos nos tenemos que quedar en casa. Incluso nosotras mismas sentimos culpa por tener el rol de ser mamás y también profesionales. Tenemos que aprender a balancear ambos aspectos, porque sí podemos”, sentenció.
Sobre las soluciones que se pueden implementar para acortar las brechas de género en las distintas industrias, Andrea asegura que hay trabajo de conciencia colectiva y trabajo en equipo fundamental, porque para generar grandes cambios se requiere el apoyo de todos, tanto de hombres como mujeres.
“Este no es solo un tema de mujeres, es un programa en el que deberíamos estar todos involucrados, tanto hombres como mujeres, porque si no nos involucramos todos, esto nunca va a avanzar como queremos. Si tengo la mayoría de hombres en un sistema y le designamos a las 5 mujeres que hay todo el peso de traer a más mujeres, no lo vamos a hacer. Es una tarea de todos, involucrar a los hombres, incluirlos, concientizarlos y, por supuesto, que las empresas sigan incentivando la participación. No se va a cambiar de un día para otro, pero el trabajo de todos es lo que va a lograr el cambio”, concluyó.
Por Trinidad Navarro Torres