Fabiola Moreno es una madre, esposa y profesional que ha logrado alcanzar sus sueños gracias a su constancia y determinación. Dentro del potente relato que comparte con niñas y adolescentes, destaca el valor de las pequeñas acciones diarias para lograr esas grandes metas.
Trinidad Navarro Torres
Hay quienes dicen que sin una meta clara es más difícil avanzar, porque no se tiene una idea clara sobre lo que se quiere lograr en la vida. Hay quienes hablan sobre el valor del propósito como un motor movilizador indispensable en el ser humano. Lo que queda claro es que los sueños y metas son profundamente necesarios para la motivación y la superación personal.
Así lo asegura Fabiola Moreno, ingeniera civil informática, Scrum Master en el Banco Estado y speaker de la Fundación Inspiring Girls quien explica que uno de los mensajes que más desea dejarles a los jóvenes es sobre la actitud que deben tener para lograr esas metas que se vayan trazando.
“Soy la menor de 6 hermanos y soy la primera profesional de mi familia. Entonces eso, igual, se los transmito, que a pesar de que no es fácil el camino igual, uno puede tener alternativas de cómo arreglárselas. Por eso mi relato está basado en cómo, a pesar de los obstáculos, todo depende de la forma cómo los enfrentamos. Que haciendo esfuerzos diarios se puede lograr ese gran sueño. Es importante que ellos identifiquen eso que les gustaría cumplir en su vida, independiente de la profesión, de los recursos, si no que se enfoquen en buscar aquello que los haga feliz, que depende solo de ellos y del esfuerzo que le pongan”, añadió.
Asimismo, Fabiola cuenta que llegó a la Fundación gracias a su ex jefe, quien estaba convencido de que su historia de vida podría servir de inspiración para otras personas. Y así fue. Fabiola ha participado en un Speed Dating, en el cual ha podido compartir su experiencia y su mensaje de superación.
“Fue enriquecedor las preguntas que me hicieron los jóvenes. De cómo yo me había inspirado, de cómo fue estudiar una carrera muy masculina. Y yo les cuento que nunca me sentí discriminada porque sentía que todos éramos iguales. Siempre tuve una actitud distinta, porque si uno se pone desde una posición de minoría, todo lo verás de allí, pero si ves a otro desde una visión más horizontal, de igualdad, no te da para tener pensamientos sobre si eres menos o no. Es importante transmitirles que todos somos iguales, independiente del género”.
De igual forma, Fabiola agregó que el trabajo de la Fundación es vital para la construcción de una sociedad más equitativa.
“Me encanta el trabajo que hace la Fundación porque lo encuentro súper necesario, ya que es una contribución social y yo estoy convencida de que la sociedad cambia desde los niños. Lo encuentro enriquecedor y satisfactorio, porque además es una oportunidad para personas que como yo desean sentir que están contribuyendo en algo, que no requiere una inversión muy grande, y que con solo compartir tu historia de vida y superación, estás contribuyendo a la sociedad, estás dejando un legado”,