Tamara Reyes es una diseñadora que llegó al mundo de la tecnología para romper con algunas creencias limitantes. Nos cuenta parte de su historia como profesional y como parte de las speaker de la Fundación.
Trinidad Navarro Torres
Las brechas de género en el mundo STEM es un tema de conversación cada vez más discutido, por fortuna. Muchas organizaciones internacionales se han tomado la tarea de estudiar y sacar cifras en cuanto al número de mujeres trabajando en áreas tecnológicas.
Como por ejemplo, un estudio realizado en el 2020 por el Instituto AnitaB.org reveló que las mujeres constituyen el 28.8% de la fuerza laboral de la industria de la tecnología. Aun cuando cada año la cifra aumenta, aún queda mucho por hacer.
Para Tamara Reyes, diseñadora y consultora de diseño e investigación de experiencia de usuario de IBM y speaker de la Fundación Inspiring Girls, es importante aumentar el número de representantes o role model, a fin de que más mujeres se animen a entrar en el mundo STEM.
Asimismo, Tamara explica que actualmente el mundo de la tecnología es mucho más amplio y diverso, lo cual permite no solo la participación de mujeres con conocimientos técnicos, sino también con formación humanista.
“Uno de los mensajes que me gusta darles a las jóvenes es que no necesitan ser programadoras, o tener un rol súper técnico para estar en la tecnología, porque hay otro enfoque de esta que es mucho más relacionado con las personas; que puedes venir de otras carreras más humanistas para formar parte de este mundo. Yo siempre les cuento que no fui muy buena para las matemáticas, pero igual estoy trabajando en el mundo de la tecnología. Que no se desanimen, porque cada vez hay menos limitaciones”, explica.
De igual forma, Tamara agrega que una de las motivaciones que la llevó a sumarse al mundo del voluntariado y, sobre todo, a la Fundación, fue la posibilidad de impactar a jóvenes en edad escolar, ya que es un mensaje que les llega en un momento muy importante de sus vidas.
“Me mueve el impacto que podemos tener en las jóvenes, porque ese acompañamiento yo no lo tuve cuando era niña, y me hubiese gustado tenerlo. Por ejemplo, yo nunca imaginé que yo iba a trabajar en tecnología, y tampoco sabía que existía esta área en la que hoy me desempeño, fue algo que fui descubriendo en el camino y me hubiese gustado tener alguien que me lo hubiese mostrado. Por eso creo que es tan importante estas iniciativas, porque ayudamos a abrir la mente de esas niñas y adolescentes, sobre todo aumentar las posibilidades que tienen para desarrollarse laboralmente”.
En relación con el trabajo que realiza la Fundación, Tamara enfatiza la importancia de mostrarles a las jóvenes más representación, ya que eso las ayuda a trazarse metas.
“Lo que hace la Fundación es muy importante porque uno de los desafíos que afecta la falta de mujeres en el área de la tecnología es precisamente la falta de representación femenina, modelos de rol que las hagan imaginar otros futuros posibles. Porque cuando no se tienen estas referencias es difícil imaginarla. Por eso es importante llevar a mujeres de diferentes áreas para que se les pueda mostrar otra realidad a las niñas, que existen caminos, que hay modelos que pueden seguir, y trabajarlo desde el colegio es vital. Además, llegar a los colegios más vulnerables, en donde las y los jóvenes no han tenido tantas oportunidades de explorar distintos roles, tiene relevancia social”, concluyó.