Iris Retamal es Consultora en Empleabilidad, Speaker en Inspiring Girls y Mentora en Academia Inspiradas. En esta entrevista nos contó su experiencia compartiendo con niñas y adolescentes.
Trinidad Navarro Torres.
El liderazgo femenino es un tema que actualmente está muy presente dentro de los debates y conversaciones de sobremesa. Los movimientos feministas se han multiplicado de forma exponencial a lo largo del mundo, haciendo que la discusión sobre la equidad de género, machismo y desigualdad se profundice.
Asimismo, la retórica que se ha formado en torno al liderazgo femenino y sus características, está asociado a modelos de trabajo enfocados hacia las personas, la expresividad y la cercanía, así como a la tendencia por la cooperación, la resiliencia, la conducción horizontal y el predominio de lo emocional.
Ahora, si se analiza a profundidad, estas características y definiciones estarían, a su vez, encajando el liderazgo femenino hacia una sola forma de actuar, es decir, la estaría encasillado en una etiqueta estereotipada.
Para Iris Retamal, Ingeniera en Administración de empresas y mentora dentro de la Fundación Inspiring Girls, el liderazgo debería estar enfocado en potenciar las cualidades y habilidades de cada ser humano, en lugar de establecer etiquetas que condicionen la forma de actuar y pensar tanto de hombre como mujeres.
“El liderazgo desde lo femenino establece una etiqueta, porque pensamos que para liderar desde lo femenino tenemos que ser mujeres, y la verdad es que no tendría que ser así. Para mi tiene más sentido liderar desde el ser, desde quienes somos, desde un ser humano hacia un ser humano. Encuentro tremendamente relevante que se hable del tema de género, pero es más poderoso que hablemos sin etiquetas y que trabajemos en función del potencial de cada ser humano”, precisó.
Iris llegó a la Fundación en el 2020 y desde su llegada ha participado en distintas actividades formativas y experienciales con niñas y adolescentes. También se ha capacitado como mentora y speaker, todo esto con la intención de aportar con su historia y experiencia.
“Mi participación en la Fundación está más enfocada en estar al servicio de lo que se necesite, esa es mi premisa. Parte de agradecer lo que soy, tiene que ver también con devolver, y no desde la deuda, sino desde la gratitud. Por eso me gusta adaptarme a las necesidades tanto del equipo como de las niñas. A veces no voy con la idea de enseñar, sino más bien de escucharlas y compartir mi experiencia. Es un trabajo de crecimiento mutuo, donde ellas se nutren de mi y yo de ellas”.
Para Iris, el rol que cumple la Fundación es fundamental para el crecimiento integral de las niñas, niños y adolescentes. Considera que el estado y las instituciones pertinentes deberían estar implementando más programas dentro de las escuelas que promuevan el manejo de las emociones, el liderazgo y el autoconocimiento.
“La Fundación está cubriendo un rol que debería estar ejecutando el Estado en todos los colegios. Así de importante me parece el rol que cumplen, porque están enseñando sobre el manejo de las emociones y cómo enfrentar diferentes situaciones. Yo veo el feedback de las niñas y de los mismos colegios, y es gratificante que noten todo el amor que le ponemos a lo que hacemos. Hay mucho amor en este trabajo y quiero seguir aportando”, concluyó.